En casos así sólo tenemos dos opciones: dar nosotras el primer paso o conseguir que él lo haga. De igual forma, todo ello requiere voluntad y tiempo, así como llevar a cabo unas determinadas estrategias. Éstas dependerán del tipo de hombre al que queramos enamorar; es decir, si su indecisión viene dada por timidez, inseguridad, rechazo al compromiso, etc.
Una de las causas más comunes por las que una persona no se atreve a declararse es la timidez. En este sentido, no podemos pretender que sea él el que dé el primer paso, pero tampoco debemos agobiarle lanzándonos demasiado rápido. El paso del tiempo y la naturalidad serían nuestros grandes aliados en esta relación, en la que jugaremos el papel de “amiga” hasta que hayamos conseguido ganarnos su confianza.
Los planes con amigos nos ayudarán en esta ocasión, ya que son la forma ideal de acercarnos a ese hombre tan especial sin ponerle en una situación incómoda. Tendremos que esperar a organizar encuentros a solas algo más adelante, cuando hayamos alcanzado una relación más íntima. El problema con esta clase de personas es que corremos el riesgo de caer en “la zona de amigos”, algo que evitaremos con algunas tácticas de flirteo: piropos discretos, roces “accidentales”, miradas seductoras… Todo ello de forma muy sutil y asegurándonos de que no le incomodamos.
Algo parecido ocurre con los hombres inseguros. Es muy poco probable que expresen sus sentimientos por miedo a ser rechazados, por lo que debemos proporcionarle la confianza que necesita. Siguiendo esta línea, nada mejor que mostrarnos amables con él, destacando sus virtudes y haciéndole ver que es una persona especial para nosotros.
Asimismo, debemos dejarle ver que ni somos perfectas ni buscamos la perfección en un hombre. También lograremos que se sienta más seguro si hablamos de forma clara, evitando que se produzcan malos entendidos. Además, es importante que no critiquemos a los demás delante de él, para que se encuentre más cómodo.
Por otro lado, no podemos olvidar a aquellos que temen al compromiso y prefieren mantener relaciones fugaces. La estrategia a seguir en este caso es diferenciarse del resto de mujeres, mostrarle nuestra valía, haciéndole ver que no va a conseguir fácilmente lo que quiera de nosotras. Con este tipo de hombres corremos el riesgo de sufrir porque no quiera cambiar su modo de vida; de ser así, lo mejor es que no sigamos perdiendo el tiempo tratando de conquistar a una persona que no merece la pena.
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